lunes, 11 de mayo de 2015

CÁNCER DE COLON
¿QUE ES?
Los órganos del cuerpo humano están compuestos por células, que se dividen para crear otras nuevas y reemplazar a las que mueren. Cuando este mecanismo se altera en una célula, ésta y sus descendientes comienzan a dividirse sin control y acaban ocasionando un tumor o nódulo.

Si estas células, además, invaden otros tejidos y órganos cercanos (infiltración) e incluso proliferan en otras partes del organismo (metástasis), se produce lo que llamamos tumor maligno o cáncer.

Cuando las células tumorales están ubicadas en el colon o recto, hablamos de cáncer de colon o colorrectal. Hoy en día es ya el segundo tipo de cáncer más frecuente en los países desarrollados, afectando por igual a ambos sexos.

¿COMO SE PRODUCE?
El colon (o intestino grueso) es el último tramo del tubo digestivo. Mide cerca de 1,5 m y va desde el final del intestino delgado hasta el ano.

En su primer tramo (colon ascendente y transverso), su función es absorber agua y electrolitos (sodio, potasio, etc.), mientras que su segunda mitad (colon descendente y recto) se encarga de almacenar las materias fecales hasta su expulsión por el ano.

El colon está formado por varias capas de tejido llamado mucosa. En las glándulas
que producen esa mucosa es donde en ocasiones, por diversas circunstancias, pueden aparecer pólipos o abultamientos. Estos pólipos inicialmente son benignos, tardan entre 10 y 15 años en crecer y sólo un 5-10% se malignizan.

No obstante, es conveniente detectar cuanto antes y extirpar todo tipo de pólipo, para evitar su riesgo potencial de convertirse en un cáncer.
RIESGOS
El cáncer de colon afecta indistintamente a mujeres y a hombres, aunque existen grupos de población especialmente sensibles que tienen más probabilidades de padecer la enfermedad
·         Mayores de 50 años. Con la edad, aumenta el riesgo de aparición de pólipos en el colon. Es poco usual que afecte a quienes no superan los 40 años.
·         Personas con antecedentes personales y familiares de cáncer de colon y/o pólipos. Si un familiar cercano (abuelos, padres, hermanos…) ha padecido la enfermedad, es posible que se haya transmitido por vía genética. Igualmente, si ya se ha dado en la persona la aparición de pólipos o cáncer, se incrementa el riesgo de un nuevo tumor.
·         Personas con enfermedades inflamatorias intestinales, como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
Si perteneces a cualquiera de estos grupos, lo más conveniente es que consultes a tu médico y te realices estudios para prevenir el cáncer de colon.
Otros factores de riesgo que debes tener en cuenta, y que también pueden favorecer la aparición de pólipos y/o tumores, son:
·         Mala alimentación. El cáncer de colon con frecuencia está asociado a las dietas ricas en grasas animales (carnes rojas) y pobres en fibra.
·         Inactividad física. Llevar una vida sedentaria y no realizar ninguna actividad física también aumenta el riesgo.
·         Consumo de tabaco y/o alcohol. Ambos facilitan el desarrollo de pólipos en la mucosa del colon, que son los precursores del cáncer.
SINTOMAS

Los síntomas del cáncer de colon pueden variar en función de su localización dentro del intestino grueso. En caso de que aparezca alguno de ellos, acuda a su médico lo antes posible para que realice el diagnóstico y tratamiento necesario, pero no se alarme sin motivo. Muchos de estos síntomas pueden coincidir con los de otras enfermedades menos importantes, como hemorroides, diarreas o trastornos digestivos.
·         Sangre en las heces: es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer de colon. Puede tratarse de sangre de tono rojizo, o de sangre negra, que se mezcla con las heces dando lugar a deposiciones de color negro llamadas melenas (más frecuentes cuando el tumor está en el colon ascendente).
 Tras cierto tiempo de sangrado, y si no se acude al médico, suele aparecer una anemia que a su vez acarrea una serie de síntomas como la sensación de falta de aire, cansancio, palpitaciones, mareos…
·         Cambio en el ritmo de las deposiciones: aparece diarrea o estreñimiento (y, con frecuencia, intercalados entre sí) en personas con ritmo intestinal previo normal.
·         Heces más estrechas: generalmente debido a que el tumor está estrechando el intestino y no permite el paso normal de las heces.
·         Tenesmo o sensación de evacuación incompleta: suele aparecer en tumores localizados en el recto o el tramo final del colon.
·         Dolor abdominal: es frecuente, aunque por lo general se trata de un dolor inespecífico. Cuando el tumor cierra parcialmente el tubo intestinal se produce un cuadro de dolor parecido al de un cólico. Cuando el cierre es completo, se acompaña de estreñimiento y vómitos.
·         Cansancio extremo o pérdida de peso sin causa aparente: son síntomas generales e inespecíficos que suelen darse en determinadas enfermedades, entre ellas los tumores.

                                       
                                                                                                          
COMO DETECTARLO

El cáncer de colon es uno de los pocos cánceres que se pueden diagnosticar precozmente, es decir, antes de que la persona note algún síntoma. Para ello se utilizan distintas pruebas. Sólo en el caso de que la primera sea positiva, o si existen indicios claros de algún problema, se utilizan otras para confirmarlo.
·         1. Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH). Es muy sencillo e indoloro, y sirve para detectar si existe sangre en las heces. Lo realiza el propio paciente en su domicilio. Se toma una muestra de heces durante tres días consecutivos y se deposita en un sobre especial que contiene varias tiras reactivas. La lectura del test la realiza personal sanitario y consiste en depositar unas gotas en las tiras y observar si varían de color. En ese caso, el test es positivo, es decir, que existe sangre en las deposiciones, y se requieren estudios posteriores para diagnosticar su origen (hemorroides, pólipo, tumor maligno…).
·         2. Análisis de sangre y orina: sirven para conocer el estado general del paciente y detectar complicaciones asociadas al proceso tumoral.
·         3. Tacto rectal: el tacto rectal consiste en la exploración digital del ano y parte del recto. El médico se coloca un guante y emplea lubricante para deslizar suavemente el dedo a través del ano y explorar la zona, palpando las posibles alteraciones existentes en las paredes del recto.
·         4. Colonoscopia: con esta prueba se consigue observar la mucosa de todo el colon y el recto a través de un tubo largo y flexible (endoscopio) que se introduce por el ano. En su extremo posee una luz y una cámara que permiten ver en un monitor de televisión cualquier patología. Para realizar esta prueba, la persona debe seguir una dieta especial durante dos o tres días y antes de la prueba emplear laxantes a fin de que el colon y el recto estén limpios. En la actualidad, la colonoscopia se realiza bajo sedación. Así el paciente no siente dolor, está relajado y se evitan las molestias producidas por la distensión del tubo digestivo al introducir el endoscopio.
·         5. Biopsia: si durante la colonoscopia el médico observa una lesión sospechosa, procederá a extraer una pequeña muestra de tejido, que deberá ser analizada para poder confirmar o descartar la existencia de un cáncer.
·         6. Otras pruebas. Si finalmente se diagnostica cáncer de colon, se deben realizar otras pruebas para saber si la enfermedad ha afectado a otros órganos o sólo afecta al tubo digestivo, como radiografía de tórax, ecografías y marcadores tumorales.
Tratamiento del cáncer de colon según la etapa
La cirugía es usualmente el primer tratamiento o el tratamiento primario para los cánceres de colon que no se han propagado a partes distantes. También se puede usar la quimioterapia adyuvante (adicional). En la mayoría de los casos, la terapia adyuvante se administra por aproximadamente 6 meses.
Etapa 0
Puesto que estos cánceres no han crecido más allá del revestimiento interno del colon, todo lo que se necesita escirugía para extirpar el cáncer. Esto se puede lograr en la mayoría de los casos con una polipectomía (extirpación del pólipo) o escisión local a través de un colonoscopio. Si el tumor es demasiado grande para poder extirparlo mediante escisión local, es posible que ocasionalmente sea necesario realizar una resección del colon (colectomía).
Etapa I
Estos cánceres han crecido a través de varias capas del colon, pero no se han propagado fuera de la pared del colon en sí (ni hacia los ganglios linfáticos adyacentes). La etapa I incluye cánceres que fueron parte de un pólipo. Si el pólipo se extrae completamente, sin células cancerosas en los bordes (márgenes), puede que no sea necesario administrar otro tratamiento. Si el cáncer en el pólipo era de alto grado (lea la sección “¿Cómo se clasifica por etapas el cáncer colorrectal?”) o había células cancerosas en los bordes del pólipo, puede que se recomiende realizar máscirugía. Es posible que también se recomiende más cirugía si el pólipo no se pudo extirpar completamente o si tuvo que ser extraído en muchos fragmentos, dificultando ver si había células cancerosas en los bordes.
Para los cánceres que no están en un pólipo, el tratamiento convencional consiste en colectomía parcial (cirugía para extirpar la sección del colon que contiene cáncer y los ganglios linfáticos cercanos). Usted no necesita terapia adicional.
Etapa II
Muchos de estos cánceres han crecido a través de la pared del colon y se pueden extender hacia el tejido cercano. Todavía no se han propagado a los ganglios linfáticos.
La cirugía para extirpar la sección del colon que contiene el cáncer junto con los ganglios linfáticos cercanos (colectomía parcial) podría ser el único tratamiento que se necesita. Sin embargo, su médico puede recomendarquimioterapia después de la cirugía (quimio adyuvante) si su cáncer tiene un mayor riesgo de regresar debido a ciertos factores, tal como si:
 El cáncer luce muy anormal cuando se observa con un microscopio (es de alto grado).
 El cáncer ha crecido hacia los órganos cercanos.
 El cirujano no extirpó al menos 12 ganglios linfáticos.
 Se encontró cáncer en o cerca del margen (borde) de la muestra quirúrgica, lo que significa que algo de cáncer pudo haber quedado.
 El cáncer ha bloqueado (obstruido) el colon.
 El cáncer causó una perforación (orificio) en la pared del colon.
No todos los médicos concuerdan cuándo deben usar quimioterapia para los cánceres de colon en etapa II. Resulta importante hablar sobre las ventajas y las desventajas de la quimioterapia con su médico, incluyendo qué tanto pudiera reducir su riesgo de recurrencia y cuáles serán probablemente los efectos secundarios.
Las principales opciones de quimioterapia para esta etapa incluyen 5-FU y leucovorín (solo) o capecitabina, aunque también se pueden usar otras combinaciones.

Si su cirujano no está seguro de que el cáncer se extrajo totalmente debido a que estaba creciendo hacia otros tejidos, puede que recomiende radioterapia para tratar de destruir cualquier célula cancerosa remanente. Se puede administrar radioterapia al área de su abdomen donde está creciendo el cáncer.




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1 comentario:


  1. Si su cirujano no está seguro de que el cáncer se extrajo totalmente debido a que estaba creciendo hacia otros tejidos, puede que recomiende radioterapia para tratar de destruir cualquier célula cancerosa remanente. Se puede administrar radioterapia al área de su abdomen donde está creciendo el cáncer. https://promociencia.com/10-peliculas-de-netflix-sobre-la-amistad/

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